“-Todo me llamaba la atención, todo me gustaba”.
Mucho no cambió de aquella niña que jugaba a tomar el té, o que disfrutaba de los paseos con su mamá a los bazares. El mejor programa, sin dudas.
Marian no sabe decir en qué momento nació su pasión por la vajilla, pero sí sabe que es un amor para toda la vida. Coleccionista de teteras “panzonas” y dúos de té de porcelana, su debilidad, reparte sus tareas entre su casa y un lugar muy especial: el local de Alicia Antigüedades.
- - Llegué a los vivos de Alicia no sé muy bien cómo. Era 2021 y, después de unos meses de verla, me animé por fin a comprar unas copitas de licor. De ahí en más, no paré. Es un viaje de ida – dice contenta.
Describe la experiencia como magnética y mágica; y hace responsable de ello a la energía que emana Alicia y se contagia a todos los que participan semanalmente de largas horas compartiendo la virtualidad.
Marian es Decoradora de Interiores (@deco.marian), pero ya desde hace un tiempo se volcó al armado de mesas. Con su estilo distintivo, mezcla de maravilla lo antiguo con lo moderno, convirtiendo cualquier agasajo en una verdadera máquina del tiempo. Será por eso que se enamoró tanto de este lugar, y será también por eso que un buen día, Ali decidió invitarla a trabajar con su equipo.
- - Me tomó por sorpresa, debo decirlo, pero no lo dudé ni un segundo. Iba a trabajar en lo que me apasionaba. Otra vez la porcelana. Había ido muchas veces al local, pero jamás había imaginado trabajar ahí mismo. Pasé de ser una clienta como tantas, a ser parte de este universo. Trabajar con Ali en equipo es maravilloso. Me hace feliz, me siento cómoda y agradecida. Aprendí mucho de ella, como por ejemplo a usar el lente de joyero. Si bien hago las fotos para la tienda virtual y preparo las mesas para los vivos, lo que más disfruto es abrir cajas de mercadería. Me gusta el factor sorpresa: imaginar de dónde vendrá cada pieza, los años que tendrán, si habrán llegado en barco, si habrá sido para ocasiones especiales…
Si alguien acaso piensa que estar detrás de escena, hace perder el encanto a la mística de cada encuentro con el público, Marian lo desmiente con firmeza. Nunca se sabe cómo será, nunca es igual a pesar de llevar casi 4 años en el aire.
- - No se trata solo de comprar. Se trata de conocerse, compartir, hacerse chistes. Incluso hasta nos cedemos las piezas que compramos.
Junto a Lorena, otra clienta que sucumbió a los encantos de la porcelana, prepara reuniones de té para clientas y amigas, donde son co – anfitrionas con Alicia. Se ponen de acuerdo en qué vajilla usar, manteles, cubiertos, cristalería y un color como hilo conductor. Nunca faltan las flores que aportan calidez.
- - Usamos vajilla y cristalería del local. Debo decir que Alicia nos da acceso sin restricciones para recorrerlo y usar lo que haga falta – Dice Marian con la misma ilusión que, seguramente, la invadía al recorrer un bazar con su mamá.
Nos deja, para concluir, un consejo disfrazado de “tip deco”:
- - Anímense a mezclar y combinar diferentes tipos de vajilla. Utilicen las servilletas que tienen guardadas, no pasa nada si se manchan. Pongan flores y detalles de naturaleza en su mesa y, muy importante, NO GUARDEN LA VAJILLA PARA UNA OCASIÓN ESPECIAL. Hoy y siempre es el día ideal para usarla.
Mariana se retira a continuar con su tarea favorita: abrir cajas llenas de, otra vez, porcelana…